A este tipo de cosas M. las llama dispendios. D I S P E N D I O S. Y lo hace sin pestañear, como si fuese lo más normal utilizar una palabra como esa en el calor del hogar.
Yo las llamo "las cosas que necesito para vivir". Justo por lo contrario, claro.
El último día que pasé en Barcelona, M. y yo pasamos un rato muy agradable. Por la mañana fuimos a recoger mi premio del Corte Inglés (¡gracias!) y a renovar nuestros dni's y pasaportes a la comisaría de Urquinaona. Diversión pura. ¿Os he contado alguna vez que los funcionarios más agradables y eficientes del mundo trabajan allí? Pues ya lo sabéis. Antes no quería decirlo, por eso de que se corriera la voz y se llenara de gente, pero ya me da igual porque no vivo allí. Además, ya estoy documentada por los próximos 10 años ¡viva! (yo pensé que esto de los 10 años era porque en esa comisaría son tan requeteguais, pero más tarde mi hermana me explicó que eso es lo que pasa cuando te haces viejo y cumples 30, que renuevas por 10 años. Yuju).
Luego, nos paseamos por el centro de la ciudad, fuimos a la librería "La Central" y comimos en un mejicano del Rabal.
Y fue precisamente en la librería dónde me compré las 3 últimas cosas que necesito para vivir que he comprado en Barcelona. Helas aquí:
Un cuaderno, un libro y un álbum de fotos regalo de M. (¡cómo me gustan las cositas inspiradas en cartas!)
El álbum-mail (con fotos de mis padres de jóvenes)
El libro, Richard Yates, de Tao Lin
La agenda/cuaderno de ideas
Hoy hace una semana que llegué a Ceuta.
Prácticamente, me la he pasado tirada sin hacer mucho... Pero eso también está bien de vez en cuando. Al fin y al cabo, estoy de vacaciones :-p
Pero bueno, hoy ya me he puesto las pilas y he empezado a hacer cositas... No grandes cosas, pero ¡eh!, poco a poco.
Poco a poco.
Feliz fin de semana a todos.
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