Aunque en Barcelona no lo parezca, ya es oficialmente otoño hace casi un mes.
El otoño siempre ha sido mi estación favorita, y sin embargo este año me he resistido a aceptar la idea de que, un año más, el verano termina y yo me quedo con esa sensación de no haberlo disfrutado lo suficiente. "El año que viene iré más a la playa" es el nuevo "el lunes me pongo a dieta".
En fin, que con la morriña, últimamente me he acordado mucho de Nueva York, ya que fue con ese viaje como mi sobrina Ainhoa y yo empezamos el verano.
Y qué queréis que os diga, con comienzos así, no es de extrañar que me niegue a ponerle un final.
Ya sé que hace algo más de dos años que mi vida comenzó a ser un frenesí y dejé abandonado mi blog. Y tengo taaantos viajes y taaantas cosas de tcps que contaros acumulados que ya no sé ni por dónde empezar. Pero bueno, ayer me entretuve haciendo este vídeo, y no podía dejar de compartirlo.
Espero que os guste.
ATENCIÓN: El siguiente vídeo puede herir la sensibilidad de envidiosos, expertos en edición de vídeos y personas con el sentido del ridículo hiperdesarrollado :-)