Siempre pensé que mi madre había nacido en Chaouen... Por esta razón, tenía muchas ganas de conocerlo. El viaje allí
me ha sorprendido con varias cosas: la primera, que mi madre en realidad no nació allí. Cuando ella se definía a sí misma como
"xauní", es porque Chaouen es el lugar en el que se crió, aunque ella en realidad nació en Ceuta. La segunda, que este
pintoresco pueblo azul de montaña es un lugar precioso y tranquilo, en el que
los niños y niñas van por la calle abrazados o de la mano, cantando y jugando, felices... y
los adultos te saludan cuando se cruzan contigo con un "bienvenido" y una sonrisa.
Me ha encantado Chaouen. La cascada, la medina, las plazas, las tiendas, la comida, las gentes.
Un buen lugar para criarse, sin duda.
El camino en coche, con tantas curvas y tantos incautos en la carretera, se nos hizo un poco largo. Menos mal que pudimos parar a admirar las vistas en la terraza-mirador de este restaurante.
Abajo, ya en Chaouen, puestecillos de artesanía y naranjas junto a la cascada.
Arriba, mi madre.
Abajo, mujeres lavando con el agua del río.
Panorámicas del pueblo, desde la carretera que va a la cascada.
Una de las plazas del pueblo.
Las callejuelas de la medina.
Yo por la medina.
Paredes pintadas cerca de la antigua "Plaza de España"
Todas estas fotos fueron tomadas por M. o por mí, con mi Nikon D60.
Pronto podré más fotos, realizadas por mí con el iphone, para que veáis por qué tenía tantas ganas de tener uno :-)
Espero que os hayan gustado.
Y que disfrutéis del fin de semana.
