Sobre estas líneas, Francisco ayudándome a elegir una diadema. Abajo, descansando mientras yo pago.
(No se olvidó, eso sí, de pedir al dependiente que no me cobrase mucho) :-)
Ya en la fiesta, disfrutó -como un enano- del castillo hinchable. Aunque más tarde afirmó, textualmente: "Me he sentido fatal en la colchoneta, porque no me dejaban subir hasta arriba".
Estos tres gamberros no se sintieron fatal, pero se llevaron alguna que otra patada en la cara. Si es que los castillos hinchables son un deporte de riesgo.
A los pinchitos no tuve más remedio que hacerles una foto. Estaban de miedo.
Y abajo os dejo algunas instantáneas de la cumpleañera, su mamá y algunas primas, "muy feas" todas :-)
Quizás el año que viene Eliana se acuerde de mí, y me pose con un poco menos de desconfianza en la mirada :-)
Feliz miércoles a todos y, a los que hoy salís de vacaciones, cuidado en las carreteras, por favor, y ¡que las disfrutéis!
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