Una vez habéis visto un poco la ciudad a través de nuestras cámaras, quisiera detallar algunas anécdotas de nuestro viaje.
Y es que, al fin y al cabo, más que los hermosos paisajes, los edificios emblemáticos y las puestas de sol espectaculares, son esos pequeños momentos cómicos, las curiosidades que te encuentras por el camino sin esperarlo, o las personas con las que te cruzas, las que hacen que cada viaje sea diferente a los demás y que, por tanto, merezca la pena.
Así pues, aquí vamos con nuestro humilde anecdotario.
- Una de las primeras cosas que nos llamó la atención de Brujas es que allí todos los bancos -todos- son iguales... Blancos, negros o verdes, a juego con la calle en la que estén, pero todos son dragones como estos:
- En Brujas son seguidores fervientes del arte de nuestro país... Y si no te lo crees, echa un vistazo a las dos exposiciones que nos encontramos por allí:
- Constantemente pasaban barquitos llenos de turistas y Daniel se obsesionó con fotografiarlos, incluso aunque eso supusiera excluirme a mí de la fotografía... Yo, por mi parte, sólo los encontré dignos de foto más tarde, cuando empezó a llover...
- En una callecita nos encontramos a dos tontos haciéndose una foto absurda... Por supuesto, en cuanto se fueron, corrimos a hacer lo mismo... Ejem.
- Nos hicimos llamar a nosotros mismos Hansel y Gretel... ¡Y es que comimos como alimañas! La bruja, con nosotros, se hubiera cebado, eso seguro...
- Nos recorrimos todas las bombonerías de la ciudad -que son muchas- buscando él bombón de mis sueños: un delicioso bombón de chocolate fino con leche relleno de mousse de fresa que probé un par de veces en el avión... Lamentablemente, no lo encontramos, aunque sí encontramos escaparates de chocolate de lo más variopintos:
(Una riquísima ensalada de salmón para compartir, un plato -cuantioso- para cada uno y, cuando pensábamos que eso era todo, van y nos traen esto para acompañar) :
(Estuvo bueno. Pero acabamos hasta arriba y dejamos mucha comida. Y no me gusta tirar comida) :-(
(Y este es el restaurante. Entramos aquí porque leímos en el cartel: Ecoge ejte. Así que lo escogimos).
A la salida de una iglesia nos encontramos con este simpático señor... Supongo que aún soy como una niña, porque este tipo de cosas son las que más me gustan en el mundo entero...
(Daniel intentó grabarme un video mientras le echaba unas monedas... Pero los turistas se agolpaban alrededor y se ponían en medio. Entonces el buen hombre, que pudo leer la desilusión pintada en mi rostro, me regaló el que para mí fue el mejor momento del viaje. ¡Gracias señor!)
(La verdad es que parezco retrasadita... Pero bueno, ¿¡¡y lo feliz que era!!?).
Continuemos...
- Posar bajo lluvia es una tarea harto complicada... A veces, pasan cosas como ésta:
... Otras veces no queda más remedio que improvisar:
- Yo no tenía paraguas, así que traté de robar uno... Bueno, la historia no es exactamente así. Resulta que unas rumanas lo dejaron abandonado y se fueron por ahí a hacerse fotos... Y yo lo vi allí, solito, indefenso, a la intemperie... Y era bonito. Y lila... ¡Y yo no sabía a ciencia cierta si era de ellas! Así que lo cogí. Y Daniel me dijo: "No me hagas pasar vergüenza". Y luego añadió: "Corramos por el otro lado" y yo, como tengo muy buen corazón, le respondí: "Ni hablar, si es de ellas, volverán a por él". Y era. Y volvieron. Y Daniel pasó vergüenza. Pero yo no, sólo faltaba ¡encima que encuentro su paraguas!
Como somos catalanes (bueno, yo no, pero todo se pega menos la hermosura) íbamos mirando todo lo que era gratis. Así, dimos con esta curiosa mini galería, al final de la cual se encontraba el propio artista pintando un cuadro. Le pregunté si podía hacerle una foto mientras trabajaba, y me dijo que no había problema. Así que le hice dos. Y Daniel grabó un video. Le das a la gente la mano y... Desde luego... :-D
- Una vez fuera, y como no conseguí mi paraguas, fuimos a tomar un café para guarecernos un ratito de la lluvia. Y nos lo tomamos... Y tanto que sí.
"Esta, amigos, es la historia de Hansel y Gretel, dos niños gorditos perdidos en Brujas. Dos pobres niños que, como ignoraban que si te pides un café en esta ciudad te sirven también nata y bombones, se pidieron -para acompañar- un delicioso cupcake de chocolate..."
"Y no es que tuvieran hambre, no... (se habían comido ya todas las miguitas que tiraron por el camino para no perderse)... Es que, sencillamente, Gretel nunca se había comido un Cupcake".
El primer cupcake de Gretel
"Y comieron y comieron, y engordaron como bolitas. Y se comieron a la bruja también, que sabía a chocolate".
"Y la casa de la bruja era preciosa..."
"Y Hansel y Gretel querían quedarse a vivir allí para siempre. Pero no podían; tenían que volver a casa... Sin embargo, siempre recordarían la ciudad de Brujas, una ciudad en la que encontraron de todo:
Un portal de Belén tallado en la madera de un árbol...
Una tienda con parasoles mágicos...
Un [horrible] busto con gafas...
Un oso y un león...
Rosas de metal...
Y rosas frescas...
Zapatos de hierba...
Sueños y esperanzas...
Y también romanticismo.
Bueno, según se mire..."
The End
15 comentarios:
Genial. Me ha encantado el relato, y eso que ya me lo sabía.
De nada. A mí también. Y eso que lo he escrito yo misma... :-)
¿Nos volvemos?
We have to go back!
Tenias razon, en todos los paises, hay cosas q ver ,paisages ,casas y personages q no te dejan indiferente.Parecen pertenecer, a un mundo magico .Me gusta, esea floristeria ,mejor dicho esas jarras donde estan metidas las flores ,esa barcaza llena de paraguas , enfin me gusta todo y q decir de la narracion . En tiempos cucarachiles, te dio por escribir menos mal q ahora, has retomado aunque sea en forma de relato , tu hobbies
Lo que no me ha acabado de convencer es la historia del paraguas. Parece como si yo, que lo único que quería era evitar un delito, solo pensara en no pasar vergüenza y diera como única solución la de los cobardes: huir. Y tú, la que quería cometer el hurto, quieras hacer creer al lector que realmente pensabas que estaba abandonado (acabo de ver un Ferrari abandonado en la calle, y allá un BMW!!)y que luego, una vez cometido el robo y descubierta apareciera tu buen corazón. Ja! Lo único que te concedo es que manejaste muy bien la situación, ya que las ingenuas rumanas se fueron todo contentas de que se lo acercaras y como estaban viviendo su particular cuento de hadas no se dieran cuenta de tus verdaderas intenciones. No, amigo lector, la cosa no fue así y un consejo de amigo, vigilen sus paraguas si Diana anda cerca ;)
Menos mal q no era yo, si no dejo a las rumana sin paraguas.me habria vengado por lo q sus compatriotas te hicieron en Granada
Ya anonimo, vio las faltas de ortografia, q coraje me da .Siempre ,esta ojo avizor, yporque no tiene olor, si no diria ofu a q huele,
No mientas Killer, que nadie te va a creer con ese nombre...
Mamá, las faltas dan igual, mientras escribas :-)
Y por cierto, qué me hicieron en Granada??? No me acuerdo...
De todos modos eso de que eran rumanas pues fue un acuerdo al que llegamos, pero a saber.
Si lo que te hicieron en Granada fue robarte un paraguas, entonces encajaría todo.
Y los asesinos y los niños siempre dicen la verdad
No soy KILLER, ni niño, pero en Granada te robaron, y no fue precisamente un paraguas
No eran los borrachos?
Tienes ,memoria de vieja,os robaron como diria Boris, el celular
y llevaban la mochila llenas de carteras de otras gentes
Pobrecillas, eran unas niñas... Y nos lo devolvieron!
¡Como tu el paraguas!
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