Empezaré con los Goya. La gala no estuvo mal (mejor que otros años). Me gustaron los sketches de las nominadas a mejor película (especiamente el de No habrá paz para los malvados), la intervención de un espontáneo extremeño que revindicaba los westerns patrios, las intervenciones de Eva Hache en la segunda mitad de la gala, los discursos de agradecimiento de María León y Elena Anaya y, sobre todo, el monólogo que Santiago Segura, que demostró (una vez más) que es posible hacer humor sin ofender y sin aburrir.
Entre las -muchas- cosas que no me gustaron de la gala destacan: el show musical de apertura (aunque admiro el valor de sus participantes y su carencia de miedo al ridículo), el monólogo inicial de Eva Hache (chistecitos fáciles sobre la crisis a estas alturas y en una gala de cine, ¿de verdad? ¿Es que habéis hecho un ERE de guionistas? Pues los he leído mejores en twitter), la vigésima reivindicación política manida en el discurso de agradecimiento de un premiado, los tutoriales de Cayetana Guillén (y Cayetana Guillén, así en general), los discursos de media hora, la -aburrida- lectura a tres bandas del presidente de la Academia y cía, y especialmente, lo que todos sabíamos, que ni La piel que habito ni Banderas se llevaron el Goya.
Como siempre intento quedarme con lo bueno, aquí os dejo el vídeo de Santiago Segura :-)
Respecto a los Oscar, sólo decir que me parecen llenos de curiosas paradojas: una película francesa sobre Hollywood, otra americana ambientada en París. La segunda rinde homenaje a los inicios del cine, la primera saca provecho de éstos, una envuelve de magia la historia de un niño, la otra nos trata como a niños disfrazando la mediocridad de blanco y negro, una se merece el Oscar y no se lo lleva, la otra sale a recoger premios como el que sale a pasear al perro -literalmente-.
A mí simplemente el hecho de que tres de las mejores películas del año no estuviesen entre las nominadas, idem de los actores, ya me mosqueó lo suficiente como para no hacer el esfuerzo este año de quedarme despierta hasta las 6 de la mañana. Menos mal, porque ya sabía lo que iba a ocurrir. Y pica.
En fin, como dije antes, me quedo con lo bueno, en este caso ese "Come dream with me" de Hugo que me tiene soñando despierta desde hace 3 días.
Señores académicos, son ustedes previsibles hasta decir basta y, como dice mi madre: "Aburrís hasta a una cama de gusanos".
Ojalá el año que viene me devolváis las ganas de trasnochar, aunque sea para escuchar los premios por la radio como hacía cuando estaba en la universidad...
Mientras tanto, seguiré soñando.
(no olvidéis entrar en el blog de M. para ver las críticas a estas y otras películas) :)
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