martes, 10 de enero de 2012

Las rebajas

Las rebajas son, para muchos, el último regalo de Navidad. Para algunas personas, el primero.
Particularmente, no soy amiga de ir de compras en rebajas... La gente, el desorden, el ansia... Es como meterte en el Día un sábado por la mañana. Insoportable.

Sin embargo, al final siempre voy a echar un vistazo. Normalmente, aprovecho las rebajas para ir a aquellas tiendas donde no voy el resto del año, y comprarme alguna ganguita de mejor calidad. Total, un jersey en el Stradivarius es asequible sin rebajas, y me durará 3 lavados.

Así que, ni cortos ni perezosos, nos fuimos M. y yo (casi a la hora de cierre, para evitar aglomeraciones) a ver 2 de las pocas tiendas que hay en Ceuta que vendan  las marcas que nos gustan. Y nos salimos con las manos vacías (mala suerte) :(

Entonces fue cuando entramos en el Zara. Y la verdad es que pasamos miedo. ¿Sabéis los montones que hacían los nazis en la segunda guerra mundial con los zapatos y las pertenencias de los judíos? Pues eso era el Zara el sábado por la tarde. Lo peor es que no exagero. Siento si soy muy brusca en mi comparación, espero que nadie se ofenda... Pero, de verdad, un caos. Compadezco a los que allí trabajan, que encima seguían solícitos y sonrientes a pesar del desastre.

Me dirigí al estante que parecía más ordenado, y vi dos camisas que me gustaron (ya sin etiqueta). Fui toda feliz a pagar y ¡sorpresa!: Nueva temporada. Aunque en el estante no lo avisaba. Las dejé allí.
Y así concluyó nuestra jornada de rebajas.

Peeero, el domingo volví. A otras tiendas, claro. Con algo más de tiempo y de organización, por supuesto. Como buena profesional de la compra en rebajas. Y ahora sí:



Las tiendas estaban más ordenadas.  Casi vacías, por la hora. Como a mí me gusta :-)
Aunque el estado del parking del centro comercial era postapocalíptico, lleno de carros abandonados en cualquier lugar.

En fin, que estoy muy contenta con mi compra. Ya sabéis que adoro los vestidos, los cardigans y los jerseys finos de punto.
De hecho, una vez deseé vivir en un sitio donde pudiera vestir así todo el año. Y entonces acabé en Ceuta. Y bueno, estoy bien aquí... Pero creo que a partir de ahora tendré más cuidado con lo que deseo ;-)

Y vosotros, ¿habéis quemado ya la Visa o sois más de Master Card? :-)

¡Buen martes!

2 comentarios:

Sirventés dijo...

Me he partido de risa con lo de los montones de ropa. Yo he vivido eso pero mucho peor: el Primark de Oxford Street en Londres. Si alguna vez he temido por mi vida ha sido ahí. Hordas de adolescentes poseídas por un extraña bestia agarrando cada trapito y échandolo al suelo inmediatamente. Se me erizan los pelos sólo de pensarlo.

CaradLuna dijo...

Jajaja es que el Primark ya de por sí da miedo! En rebajas, no quiero ni imaginármelo :S
Gracias por tu visita y tu opinión :)

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