Toledo

Toledo era una de esas cuidades que siempre quise visitar pero, por una razón u otra, aún tenía pendiente. Así que, para comenzar febrero con buen pie, M. y yo decidimos ir un par de días . Nos alojamos en La posada de Manolo (qué gran acierto, ¡gracias Ana por la recomendación!), un simpático hotelito regentado por Manolo, un hombre aún más simpático que el hotel. Magníficamente situado, asequible, con una cuidada decoración, unas preciosas vistas, cómodo... ¿Qué más se puede pedir? ¿El desayuno incluído? Pues también lo tiene :)

A continuación podéis ver algunas fotos y una pequeña crónica de nuestro viaje. Espero que os anime a visitar esta hermosa ciudad, si es que no lo habéis hecho todavía...

Todas las fotos de arriba son de la La Posada de Manolo, hostal recomendado desde 2007 por la Guía Michelín, y desde ya por nosotros dos :-)

En La Posada de Manolo las habitaciones están decoradas por profesiones antiguas, en base a las 3 culturas más importantes que pasaron por Toledo (cristiana, árabe y judía). A nosotros nos tocó en la planta judía, la habitación "Prestamistas". Preciosa.

Algunas de las fotos de nuestros paseos por las calles del casco antiguo y los alrededores de la catedral.

Interior de la Iglesia de San Ildefonso y panorámica de la ciudad desde sus torres.

Si algo hemos descubierto sobre Toledo en estos días es lo bien que se puede comer allí... Aunque sea un menú económico de los de mediodía, todos los platos son sabrosos y la imagen cuidada.

¡No te vayas de Toledo sin probar la carne de ciervo!

(Arriba, M. en el Alfileritos24... ¡Gracias Tini por la recomendación!)

En Toledo, la gran mayoría de los bares son temáticos, o tienen una estética muy definida. Encontramos, por ejemplo, el Livingstone (arriba) con una decoración muy curiosa, ideal para tomar una copa. Aunque lo cierto es que lo mejor del sitio es la decoración...

Nos encantó La Malquerida, donde además de poder comer pasadas las 4 de la tarde, pudimos disfrutar de uno de los mejores carrotcakes de nuestra vida (el brownie también estaba riquísimo), en un ambiente muy cool y agradable y al ritmo de un jazz suave (se agradece).

El segundo día aprovechamos para ir al Alcázar (que no es gran cosa) y más tarde a ver una exposición sobre instrumentos de tortura que te ponía los pelos de punta !

La última foto muestra el barril que hacían llevar como castigo a los borrachos, y los "collares" para vagos en la Edad Media. Creo que, entre una cosa y otra, hoy en día no se libraría de la Inquisición ¡nadie! :-)

Abajo, lo único que me mereció (mucho) la pena del Alcázar: las vistas desde la cafetería de la biblioteca. Que no os engañen, son las mejores de Toledo (¡y gratis!)

Por último os dejo algunas fotos de Toledo por la noche. Si tenéis suerte y pilláis mejor clima que nosotros, os recomiendo un paseo (o visita guiada nocturna) por sus callejuelas llenas de rincones especiales e historia. Nos encantó (a mí me dio un poco de miedo) :-)

Y esto es todo. 

Nuestras vacaciones llegan a su fin. antes de irnos, disfrutaremos de unos días más en familia en Navalmoral y el lunes emprenderemos el regreso a casa.

(¡echo de menos a mi coquicoqui!)

Que disfrutéis del fin de semana como si España no estuviera al borde del abismo ;-)