sábado, 31 de diciembre de 2011

Bien está lo que bien acaba

Mi sobrina es celiaca.
Para todos aquellos que aún no lo sepan, se trata de una intolerancia al gluten (presente en la mayor parte de cereales). Y, pese a lo que muchos creen, no es en absoluto una enfermedad poco frecuente, lo que ocurre es que la mayoría de las personas que la padecen no están diagnosticadas.

El 1 de enero es su cumpleaños. Y no os imagináis lo que ha costado encontrarle una tarta de cumpleaños. Porque, aunque cada vez hay más pastelerías que las hacen, siguen siendo pocas. Y Ceuta, por desgracia y pese a sus cosas buenas, no cuenta entre sus cualidades con la innovación o la apertura de mente.

De pastelería en pastelería, nos hemos encontrado con malas caras, rechazos sistemáticos y unos cuantos ignorantes. Mención especial para el pastelero de La Campana y su "que sepas que si no te la hace La Campana, no te la hacen en ningún sitio. Y yo no hago de eso". Querido señor de La Campana, me reservaré mi opinión sobre usted. Sólo quería decirle que el pastelero de "El Vicentino" nos ha hecho la tarta. Y se ha ganado, sólo por su amabilidad y comprensión, toda una familia de clientes amantes de los pasteles :-)

¡Gracias señor pastelero de El Vicentino, es usted muy dulce! :-D


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

¡Feliz Año Nuevo a todos! (y que comáis muchos pasteles)

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