Londres, 29 de Mayo.
Teniendo en cuenta que el Barça ganó la final de la Champions el día anterior, esperábamos no sólo recoger un avión lleno de aficionados, sino un avión lleno de aficionados contentos. Los pasajeros, sin embargo, picados por no sé qué mosca, entraban al avión de bastante mal humor. ¡Y eso que no llevábamos retraso! A continuación les relato mi -breve-conversación con uno de ellos:
-Yo (previendo que, debido al volumen de ocupación, las maletas no cabrán): Disculpe señor, si ponemos sus (dos) maletas así, cabrá una más.
-Señor (bastante molesto por mi aparentemente inoportuna intervención): Pero entonces no cabrá el paraguas.
-Yo (insistiendo amablemente): No se preocupe, sí que cabrá...
-Señor (tal cual): ¡No me toques más los cojones!
-Yo (muertecita por el asombro): No le voy a consentir que me falte al respeto.
-Señor (viendo que me ponía realmente seria): Lo siento, me disculpo, me disculpo.
The end.
Pensando, pensando, y dado que -aunque aún no he recogido el título para que adorne mi pared- recién me licencié en Psicología, he decidido diagnosticar al pasajero con Síndrome de Tourette (con coprolalia). O eso, o es que era del Real Madrid.
Londres, 29 de Mayo, un poquito más tarde.
Entran al avión los Sidonie. El grupo completo. Con sus pintas a lo Rolling españoles y su séquito de groupies incluídos. Pero, pese a lo que podía parecer, no nos hicieron ningún "Melendi". Conste. Primero, porque no teníamos alcohol para vender. Y segundo, pero no menos importante, porque son muy educados, simpáticos (y comilones). De las groupies no puedo decir lo mismo. Bueno, no sé si son comilonas. Se metieron (dos veces) en nuestro galley, andaron en nuestras cosas, nos "cogieron prestadas" unas revistas que ya le habíamos dicho previamente que no podían coger y se dirigían las unas a las otras con el apelativo cariñoso de "zorra". Pero me enseñaron mucho, oye. Aprendí, por ejemplo, que la Blackberry, en realidad, se llama "Bitchberry", porque todas las "zorras" tienen una. Sin comentarios.
Nota. En realidad, no puedo asegurar que fueran las groupies de Sidonie. ¡Pero tenían madera!
Nota 2: Nunca, jamás, le digo nada a ningún famoso cuando lo llevo en el avión... Pero no pude resistirme y, asegurando la cabina, cuando fui a decirle al cantante que apagase su reproductor, le pregunté: ¿Qué estás escuchando, Sidonie?. Le hizo mucha gracia. Qué simpática soy :-p
Santiago de Compostela, 30 de Mayo.
Dos simpáticas adolescentes nos regalaron a mi compañera y a mí unas gafas rojas con forma de corazón, a lo Lolita. Fueron taaaaaan simpáticas, que me olvidé del síndrome de Tourette, y de las groupies, y me acordé de que tengo un trabajo maravilloso.
Nada más. Hoy es jueves. Pobre jueves, siempre estorbando. ¡Feliz jueves a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario