CoSAS de TCP's. VoLuMeN #2

Mini-guía de viaje, primera parte 

El punto de vista de una auxiliar de vuelo

Si va usted a coger un avión, por favor, tenga en cuenta las siguientes consideraciones:

1. Si está sentado en el pasillo, no se afane en entrar al avión el primero. Después, tendrá que levantarse varias veces para que los demás se puedan sentar...
2. Si tiene pensado utilizar durante el vuelo algún objeto (ordenador, libro, agenda, bloc de notas, apuntes, revista, reproductor de música, comida, bebida, lima de uñas, esmalte de uñas -no se puede-, pesas de viaje, o todo ello) ¡no lo guarde en la maleta! Si lo ha guardado en la maleta, ¡sáquelo antes de embarcar! Si no lo ha sacado antes de embarcar, ¡sáquelo después del despegue! Pero por favor, por lo que más quiera, no se detenga usted en medio del embarque, en mitad del pasillo, a abrir su maleta y sacar -una por una- todas esas cosas antes de sentarse... ¿O acaso no había usted elegido viajar en avión porque es rápido?
3. En ocasiones, hace calor. ¿Ha probado usted a abrir el aireador encima de su asiento antes de empezar a abanicarse con todo lo que encuentra en el bolsillo?
4. En el bolsillo que está delante de su asiento encontrará: una tarjeta de seguridad, un menú, una -o varias- revistas, una bolsita del mareo. Cuando usted se marche, yo encontraré: servilletas arrugadas, pañuelos de papel usados, vasos de plástico, latas de refresco, bolas de papel de aluminio, trozos de pan, chicles, cáscaras de fruta, paquetes de patatas/similar, DNIs o pasaportes, calcetines, pelúculas porno, tarjetas de embarque -por lo general, divertidamente enganchadas en el pestillito de la mesa- otras revistas/periódicos que trajo usted consigo, etc.
5. Debajo de su asiento encontrará un chaleco salvavidas. Cuando usted se vaya, yo encontraré todo lo que había en el bolsillo y, además, pañales de bebé usados, vómitos (dentro o fuera de la bolsa), compresas usadas -como lo lee-, preservativos usados -como lo lee- y, con suerte, alguna moneda de 10 ó 20 céntimos, que me vendrá muy bien cuando me dejen sin cambio.
6. La comida y la bebida se pagan. Los precios están en la carta. Lo siento mucho, quisiera regalársela, pero esas cosas pertenecen a otro siglo.
7. No me pague la Coca-cola con el billete de 50 euros, por favor. Tiene uno de 10. Lo sé. Lo he visto. ¡No tenemos cambio!
8. Los niños se aburren, lo comprendo. Pero es importante que entienda que los cabezales de los asientos y las tarjetas de seguridad no son el mejor juguete y, desde luego, no son lo más apropiado para llevarse a la boca. Y aunque soy muy naif, y adoro los dibujos infantiles, las mesitas del avión no han sido diseñadas con ese propósito. Tampoco está bien que deje a su hijo corretear -descalzo- avión arriba, avión abajo. No es un parque infantil, aunque lo parezca. Y estamos a varios km de altura, con todo lo que eso significa. Y al pasajero de delante no le gustan los niños que le dan patadas a su asiento. Y el pasajero de detrás está intentando trabajar. Y el pasajero de la derecha es pedófilo -sí, lo siento, están a nuestro alrededor.
9. Los zapatos, señores, los zapatos... Los pies, señoras, los pies...
10. Los compartimentos superiores no están numerados. No tiene por qué colocar su equipaje necesariamente encima de su cabeza. Tampoco hay uno por asiento. A veces, se llenarán, y su maleta no cabrá, y se la facturaremos -gratis- en puerta. Por favor, no se enfade conmigo. No me grite. No me falte al respeto. No me insulte. No me pegue -como lo lee-. No es mi culpa. No es culpa de nadie. ¿De verdad le estamos haciendo una faena TAN grande? Pues créame, esa faena se la hacemos por su seguridad, y la del resto de pasajeros. Y visto así, ahora me alegro de tener que bajarle la maleta porque, viendo su reacción, seguramente será usted de los que, en caso de emergencia, salte la rampa agarrado a su equipaje.

¡Buenas tardes, muchas gracias!