jueves, 15 de agosto de 2013

CoSAS de TCP's VoLuMeN #26

La balsa o la vida.


Una vez os comenté que la gente que nos dedicamos a la aviación, tenemos tendencia a inventar ciertas palabrillas referentes a diversos aspectos de nuestra profesión. 
En otra ocasión, os hablé de cómo la mayoría de nosotros firma unas condiciones de "movilidad geográfica" que nos hacen, a menudo, vivir y trabajar lejos de familiares y amigos. 
Pues bien, hoy quería contaros un poco qué es lo que pasa cuando estas dos circunstancias se unen: el balseo.

Balseo, del verbo balsear: dícese de la acción de volar contínuamente, generalmente en calidad de extracrew*, entre la ciudad en la que uno tiene base (entiéndase, donde trabaja regularmente) y la ciudad o ciudades en las que vive (el tripulante, su pareja, su familia y/o sus amigos). 
Para ser considerado balseo y no un vuelo simple, éste ha de producirse un mínimo de dos veces al mes (dos idas y dos vueltas), pudiendo llegar a darse en cada descanso del tripulante, y habiendo casos (balseo extremo) de ida/vuelta en un mismo día (Ej. Un compañero que balseó Barcelona-Tenerife por la mañana, comió con su madre, y volvió por la tarde). Cualquier momento es bueno, ya que todos los balseros se rigen por la máxima: no dejes para mañana lo que puedas balsear hoy.
Así, no es raro ver, al llegar a trabajar, a alguna compañera acarreando dos maletas. Entonces la miras  interrogante y lees la respuesta en su mirada: "Es que después me quiero ir a casa..." Aaah. Y todos la miramos con una mezcla de comprensión y lástima: otra víctima. Y como el vuelo va algo retrasado, se pasará el día en un sin vivir ante la posibilidad de no llegar a tiempo a su cita semanal con la balsa.

Podemos encontrar balseros en todos los aeropuertos conocidos, algunos más arriesgados que otros, siendo los más habituales Palma o Madrid. (Este último caso se considera un punto caliente de balseo, o zona extrema, en el que se conocen casos de vuelos con más extras que pasajeros).

El verbo balsear se conjuga así:

Yo me presento
Tú preguntas
Él me acepta
Nosotros agradecemos
Vosotros nos lleváis
Ellos no se enteran.

Aunque, claro está, existen variantes no deseadas en las que es mejor no extenderme.

Un aspecto curioso del balseo es observar que, pese a lo agotador que supone estar todo el día metido dentro de la lata de sardinas que viene siendo un avión, su frecuencia no disminuye con el tiempo, sino que se incrementa, de modo que familiares y amigos le ponen un poco de cara al asunto y empiezan a considerar normal que uno acabe cogiendo un vuelo como el que coge el coche. Y no quisiera con esto criticar la cómoda inercia de los seres queridos de los tripulantes, Dios me libre, bastante sufren ellos las consecuencias de esta loca profesión nuestra... Simplemente hacer un pequeño recordatorio y animarles humildemente a que, de vez en cuando, sean ellos quienes muevan un poco el culo.

Y hoy es viernes... Que tengáis un buen balseo :o)

*Extracrew: tripulante autorizado por el comandante de la aeronave para viajar sin prestar servicio en el vuelo (salvo requerimientos especiales por emergencia). O, en otras palabras, por toda la cara.

(ilustración de Ciia).


2 comentarios:

Sarah dijo...

Lo peor del balseo: no saber que hoy es jueves y no viernes ;)

Diana Luna dijo...

Totalmente :) Es tan típico de los que volamos no saber en qué día estamos, que ni siquiera lo voy a corregir.

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