Las rachas son eso, rachas.
Vienen y van, como la marea.
Este fin de semana he estado en Madrid, visitando a mis viejos amigos. Comimos el domingo con Olga y Luismi, a quienes no veíamos desde hace un par de años, en un japo que no estaba nada mal, recomendación del padre de Olga... -gracias, padre de Olga- y luego fuimos al nuevo bar de Marta, el 13 y medio, un bar con buena música y ambiente agradable donde descubrí que, con un poco de práctica, podré llegar a jugar decentemente a los dardos. Llevaba un año y medio sin verla. Ha sido un buen finde. Espero que esta vez pase menos tiempo hasta que los vuelva a ver...
Hoy me he enterado de que he aprobado "procesos de datos", esa asignatura tostón de la que me quejaba no hace mucho.
Además, también me han dicho que mañana trabajaré la mitad de horas por el mismo dinero, gracias a la huelga en París.
Como, finalizados los exámenes de febrero, dispongo de más tiempo libre, por fin podré aprovechar para aprender algo más de fotografía, y poder así utilizar la Nikon que me ha regalado Manuel :-) Lo estoy deseando.
Y, por último, quizá desempolve el libro friki que pedí para reyes y que aún no he podido empezar: Zombi, guía de supervivencia.
Tras una racha de mala suerte, en la que resfriados interminables, quemaduras y heridas, averías varias en casa, suspensos y pasajeros desagradables me hacían la existencia un poquito más difícil que de costumbre, hoy, por fin, puedo decir que creo que la racha ha terminado.
De momento.
Que dure mucho! :-)
1 comentario:
“un hombre que ha padecido la mala suerte durante largo tiempo, ya no cree que sea mala, y mucho menos suerte”
william faulkner
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