Llevo días diciendo a todo el mundo que iría a Granada del 1-3 de Septiembre.
Para tramitar (por fin) mi título.
Para ver a mis amigos.
Para tomar algo en los lugares que me gustan.
Para ir a mi peluquera.
Para disfrutar de mi ciudad favorita.
Para estar con M., que coincidía en días libres, y nos íbamos a encontrar allí.
Todo pintaba perfecto. Pero entonces me programaron un vuelo el día 1. Y no me avisaron. Lo vi por casualidad, cuando miraba mi programación para otros asuntos. Mi berrinche fue monumental. Y refunfuñé durante varias horas. Porque así soy yo. Me encanta refunfuñar. Me encanta hasta la palabra. Y al día siguiente ya se me había pasado.
Iría el 2 y volvería el 3.
Tramitaría mi título.
Vería a mis amigos.
Estaría con M.
Pero entonces me puse enferma.
Y hoy, en lugar de estar en mi ciudad favorita, estoy metida en la cama, aburrida y sin voz. En serio, afonía total.
Y además, tengo fever...
No exactamente la fiebre de la que habla la canción, pero es que si no me lo tomo con humor...
¡Disfrutad de vuestro fin de semana, aquéllos que podáis!
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