miércoles, 1 de diciembre de 2010

Botas de agua.

Hace tiempo que quería unas botas de agua.
O unas katiuskas, como las llama M. 
Bien, pues gracias a mi hermana Sarah,
ya no las quiero, ¡ahora las disfruto!




 


¿Os he dicho ya que me encanta estar en casa? 


4 comentarios:

KILLER ON THE ROAD dijo...

Te quedan muy bien pero es decir botas de agua y venirme a la cabeza a mi compañera de curro "la de las botas amarillas" y entonces me entra un escalofrío.

Tiene de tres colores e incluso llegamos a establecer un baremo: negras, lluvia suave, amarillas, lluvia importante, rojas, ve a casa y salva lo que puedas, pero un día vino con las rojas y tampoco paso nada destructivo, con lo que molaba el baremo.

CaradLuna dijo...

jajajajaja yo quiero unas amarillas y unas rojas!!

pensamiento dijo...

siempre odie las botas de aguas,porque no tenia calcetines altos ni leotardos.La lluvia se colaba dentro de las botas haciendome unas rozaduras que el dolor era insoportable,a cada paso que daba parecia que me estaban cortando las piernas

CaradLuna dijo...

Pues vaya utilidad que tenían... Eran botas de agua porque se llenaban con ella..

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