jueves, 21 de octubre de 2010

La Silla

Hace algunos días os contaba que en los alrededores de nuestro búnker están las catacumbas.
Y poco después os hablé de mí y mi nuevo círculo de viciosos anónimos.
Pues bien, hoy os relataré qué ocurrió cuando estos amigos vinieron a jugar a las mazmorras...
Tatatachán....


Como en el búnker sólo tenemos 5 sillas, y éramos 6, a Sergio y a mí se nos ocurrió adentrarnos en las mazmorras, y explorar dentro del piso de REC (que está frente a mi casa) por si encontrábamos algo valioso.
Así pues, linterna en mano, abrimos la puerta. Nos movimos cautelosamente por el interior y ojeamos: muchos trastos, sí, pero nada de utilidad.
Y entonces, cuando ya nos íbamos, vi la puerta....
Tatatachán....

Era la primera vez que reparaba en ella. Vieja y gastada, parecía llevar siglos cerrada.
-No eres capaz de abrirla, le dije a Sergio.
-¿Qué no? Zas, zas... (La puerta se resistía). Pum! Patada. Se abrió de par en par.
-Whoooaaaala!! -Se me escapó- ¡¡Yo me largo de aquí!!

Volví al piso, avisé a todos para que vinieran y cogí otra linterna.
Salimos y el frío empezó a calarnos las piernas.
La puerta daba paso a una habitación grande, llena de muebles viejos amontonados y, en el centro, dispuesta como si de la habitación de torturas de Hostel se tratara, una silla enorme.
Pedimos permiso a los espíritus, cogimos la silla (con la promesa de devolverla más tarde) y salimos de allí.


Después de limpiarle una gruesa capa de polvo descubrí que es una silla bonita, yademás, en una esquina de la habitación había otra igual.
La verdad es que me apetece robarlas para que presidan mi mesa... Y echar un vistazo por si hubiera más cositas... Pero veo demasiadas películas de miedo y me temo que traigan "malas energías" consigo.

Lo que es de la mazmorra, se queda en la mazmorra.

Pero bueno, lo importante es que M. pudo usarla, quién si no:


y pudimos jugar toda la tarde...


Fin.

4 comentarios:

pensamiento dijo...

Esa silla,me recuerda otra silla,otro tiempo,otro lugar.Para contar esta historia,tengo que ir al pasado,pasado lejano donde yo aun no estaba incluida.Mis padres,se casaron ella con veinte años y el co trenita y tres,y esperaban ilusionados su primera hija que no llegaria a nacer pues murio axfisiada por el cordon umbilical.A mi padre,lo destinaron a otra ciudad y alli nacerian tres niños varones,el tercero murio con ocho meses.Mi abuela se vino a vivir con ellos,trayendo con ella los hermanos pequeños de mi madre un niño de once años,y una niña de cinco.Mi abuelo por motivos politicos le obligaron a irse,y entre lagrimas prometio,que cuando encontrara trabajo se volverian a reunir.Mi abuelo encontro trabajo en el ferrocarril,trabajo y la muerte pues murio atropellado por el tren.Asi que los niños vivieron con mis padres,hasta que lo volvieron a destinar.En su nuevo destino,nacimos cinco hijos mas.Otra vez,volvimos a mi querida chauen.Mi tio,se alegro muchisimo ver a su querida hermana,el tenia adoracion por ella,y ella por el.Asi que no salia de alli,mas tarde me enteraria,que habia otro motivo una mujer.LA MUJER,DEL CARTERO.

CaradLuna dijo...

Una nueva historia!!
Qué tiene que ver con la silla? Lo explicas luego en La mujer del Cartero?

pensamiento dijo...

Espero que cuando siga con la historia,lo haga mas despierta porque no me gusta nada,y lo de la silla,tiene que ver con el final de la historia

CaradLuna dijo...

Ah, ok... Bueno, pues aprovecha ahora :-)

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