Han sido unos días agotadores.
Sin embargo, esta segunda vez, conseguí vencer la pereza y salir a darme un paseo para conocer un poco la ciudad.
¡Y me alegro tanto de haberlo hecho!
Gijón es una ciudad preciosa con un ambiente muy agradable.
Lo poco que me ha dado tiempo a ver de ella ya me hace situarla en el top 10 de las ciudades (que conozco) en las que no me importaría nada vivir...
Sus calles, sus gentes, los edificios, los puestecillos del puerto con sus bocadillos de longaniza asturiana, los "bollos preñaos", sus costas...
Y me quedó tanto por ver (para la próxima vez)...
Lástima que M. no estuviera allí.
Le habría encantado.
Me habría encantado.
(Gracias a la simpática mujer del puesto de marionetas Clota por su amabilidad y su fotogenia)
4 comentarios:
La próxima...
Wine not?
Siempre te haces colega de los bohemios, el organista de Brujas, la titiritera de Gijón...
El organista de Brujas, la titiritera de Gijón... Sí, suena bien :-)
De los bohemios, eh?? de jipis nada.
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