Hoy he cometido un asesinato.
Y ésta es el arma del delito: Mi propia mano.
Y es que, amigos, hoy me he visto enfrentada por sorpresa al mosquito más grande que jamás tuvo la desfachatez de irrumpir en mi vida y en mi hogar. Me lo he encontrado volando entre mis peines, así como si tal cosa, a plena luz del día...
Y lo he matado. A la 3ª, que va la vencida. En defensa propia. Y esa sangre no es su sangre, es mía: ¡Él me la chupó!
Pero esta noche no... Ni nunca mais. Muahahaha.
6 comentarios:
Estás fatal...
Sí, es cierto. ¡Pero peor está el mosquito!
Vente pa ca y matame unos cuanto q me traen abreaita
jaja no mamá, yo con ese ya tuve suficiente mosquito para todo el verano. ¡Era la madre de todos los mosquitos! A lo mejor nos lo trajimos de polizón del campo...
Seguro q esa era la madre q queria vendeta por matar a sus mosquetuelos bebes
Seguro q esa era la madre q queria vendeta por matar a sus mosquetuelos bebes
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