El otro día iba caminando por el carril de bicis cuando una me timbró (porque las bicis no pitan, ¿no? no tienen pito, ni pilila -ejem-, tienen timbre, ¿no?oh Dios mío, ¿qué hacen los coches entonces, bocinan? ¿Claxonan? )... Diana, vuelve... (Prometo no comer más Tiramisú, que me pone nerviosa. Bueno, lo retiro, ¡me los comeré todos!).
...
En fin, que me timbró. Y entonces me hice a un lado lo justo para ver como me adelantaba un viejo subido a una bici de montaña. Y no era un viejo cualquiera, no: estaba cachas. Y bronceado. Y perfectamente equipado con su ropa de ciclista. Y su pelo blanco radiante brillaba al sol. Y yo estoy gorda y enclenque (¿Cómo es posible que la naturaleza permita una combinación tan atroz? Podría ser gorda y fuerte... O delgada y enclenque... Pero no. La vida es injusta). Y más blanca que lavada con neutrex. Y mi pelo está electrocutado. Y mi ropa... Bueno, mi ropa estaba bien.
Y ese viejo deslumbrante... ¿Cómo se puede ser tan egoísta? Quiero decir, está bien que la gente se cuide. Y está bien que envejezcan con dignidad... Pero, ¿estar mejor que uno? ¿Pero dónde queda entonces la alegría de ser joven? ¿Para qué tanto poema y tanto canto a la juventud, si ese viejo es el rey del mambo y soy yo quien pasea -a pie- su decrepitud por el carril de bicicletas?
Inmersa en estos pensamientos destructivos me encontraba cuando fue precisamente él, sin haberle yo preguntado, quien me dio una respuesta:
-¡Deberías comprarte una bicicleta!- gritó- ¡Se va mucho mejor!
-¡Y qué lo diga, así lo haré! -Respondí con una sonrisa (porque, pese a mis pensamientos ruínes, en realidad soy una chica encantadora).
Y con esa sonrisa me fui a casa.
Y toda esta historia se resume en que estoy cansada de caminar por el carril equivocado. Quiero una bici. Pero no una bibi de montaña -No way!- Quiero una bici como ésta:
Bueno, el bolso de atrás no lo quiero para nada, es feo.
Así con el mío está mejor.
Tengo que hacerme con ella.
Ah, por cierto, buscando por internet he encontrado una web increíble: tubisicleta.com
¡Lo juro! bisicleta, así tal cual. Y encima, así según la miro, no tiene nada que ver con bicicletas. Si acaso, con bisicletas jaja
En fin, ¡sólo por tener ese nombre se ha convertido en una de mis webs favorindas!
Que tengáis una buena semana :-D
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