Ayer fuimos al supermercado y yo sólo tenía dos cosas en mente: Salmón ahumado y brócoli. Y no son dos cosas que suela comer, la verdad, pero precisamente por eso le concedí más importancia a mi capricho. Y es que, desde que estudié en la carrera el "hambre específica", suelo prestar atención a este tipo de apetencias.
Pues bien, buscando por internet descubrí que estos dos alimentos tan diferentes poseen algunas propiedades en común, propiedades éstas que supongo son las que me venían faltando.
Así pues, me cociné el brócoli al vapor para cenar, y hoy me he almorzado el salmón en formato sandwich acompañado con mi ensalada favorita. Todo riquísimo, como siempre...
La próxima vez que tengáis un antojito no os lo penseis: puede que tú seas un tontainas, pero tu cuerpo no, el cuerpo es sabio.
1 comentario:
tontaina tú
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