Pero también significa que la primavera está cerca.
La primavera está muy cerca.
Casi puedo respirarla con mi alérgica nariz.
Personalmente, no me fio mucho del tiempo ni de las estaciones, pero eso de que ya estemos en Marzo me hace ansiar, inevitablemente, una estampa idílica: terracita al sol, un tinto de verano (quizás dos), tapas, risas y un amigo (quizás dos). Echo de menos Granada...
Anoche en el avión había dos guiris borrachas. La morena pedía vino tinto y la rubia, blanco. A la segunda botella que les llevé, ya reían sin parar por cualquier tontería. Mientras buscaban monedas en su cartera para pagarme (por supuesto no teníamos cambio de 50), la morena se tiró encima el culito del vino que le quedaba en el vaso. Rápidamente le pregunté si estaba bien y/o si necesitaba unos tissues. Ella levantó la cabeza, empezó a reir como una loca y le dijo a su amiga: "I have wine in my boots, welcome to Barcelona!!"...
En mi humilde opinión, sería mejor tener una bota de vino que vino en la bota, pero preferencias aparte, esas dos me dieron mucha envidia. ¡Quiero vacaciones ya! Quiero viajar con amigos, emborracharme en el avión, ligotear con el mulato francés del asiento de al lado (perdona cariño, esto lo digo sólo por recrear fielmente la situación de ellas dos, no porque lo quiera realmente jeje), reir sin parar y que no me importe un rábano mancharme de vino las botas de piel.
(Foto de mis últimas vacaciones a primeros de Septiembre en Varenna).
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