Sí, nos fuimos a Londres. Por fin unas vacaciones -minivacaciones- en condiciones. Ya el viaje de ida fue toda una odisea (para escribir un libro, como me dijo mi madre). Baste saber, que tuve problemas con la documentación. Con los detalles mejor no me extiendo. De hecho, ya sois demasiados los que los conocéis, en contra de mis deseos, pero bueno...
El día de llegada no dio mucho de sí. Básicamente vi Victoria Station y los alrededores, comí sushi en un puesto ambulante (qué facil es comer sushi barato en Londres!) y me fui a dormir, porque estaba agotada. Después del viaje que había tenido, no era para menos. A las 11 dormía como una rosa.
A la mañana siguiente madrugamos. A las 7 estaba en pie voluntariamente (podéis creerlo?). El desayuno del hotel no estaba del todo mal, aunque después teníamos hambre en seguida. Casi siempre tostadas y zumo de naranja (y cómo eché de menos las naranjas españolas!!) que más bien parecía de pomelo. Creo que aprovechamos el día bastante bien. Con el "all day ticket" de metro, sacamos partido a la estancia. Primero fuimos a Picadilly circus (la foto de arriba es de allí), que es un punto céntrico de encuentro en Londres. De allí, todo fue paseo a pie. Primero caminamos hasta Trafalgar square, que es una plaza dedicada básicamente a homenajear la aplastante victoria sobre nosotros en la batalla de Trafalgar.
Heme aquí, en una de las fuentes de la plaza.
Aquí vemos dos imágenes del monumento más importante de la plaza: la columna que se alza hacia el cielo y la base, con dos japoneses dibujando algo. El monumento entero era demasiado grande para una sola foto desde mi perspectiva jajaja.
Desde aquí, seguimos el paseo hasta las casas del Parlamento y el Big Ben, pero antes, nos paramos a comer.
Y, después de comer el típico fish and chips inglés, por fin vimos el Big Ben que, en efecto, es muy big.
Y la Abadía de Westminster:
Descansando en una placita detrás de la abadía:
Tras el descanso, seguimos caminando todo el paseo junto al Támesis, donde pudimos ver la noria del milenio "The eye of London" y los muchos puentes que cruzan el río.
No juzguéis demasiado mal mi pelo; hacía mucho viento!
Poco antes de finalizar nuestra ruta en el Puente de la Torre y la Torre de Londres, entramos al Tate, una fantástica galería de arte moderno. No se podían hacer fotos, pero disfrutamos mucho viendo cuadros de Picasso, Miró, Dalí, Braque y otros muchos autores que no recuerdo (algunos porque no caigo ahora y otros porque, las cosas como son, no sé mucho de arte). En el hall podías divertirte con la "obra de arte" más llamativa del museo: unos toboganes gigantes, con muchos giros y bajadas en picado. Pero lo que más me gustó, sin duda alguna, fue la obra de Christian Marclay: una sala con cuatro pantallas gigantes en las que se sucedían miles de imagenes de películas, conciertos, personajes, etc. tocando instrumentos, cantando, bailando y haciendo ruidos, de modo que podías ver cuatro al mismo tiempo. Su interés era despertar todo tipo de sensaciones mediante la mezcla imágenes-sonidos. realmente era absorvente e impresionante; me hubiera quedado allí todo el día.
http://es.wikipedia.org/wiki/Christian_Marclay
Para cuando salimos del Tate, ya había anochecido. Hacía mucho frío, pero las vistas del Támesis, el puente y la ciudad al fondo eran muy bonitas. Noc compramos un perrito caliente en un puesto callejero y nos sentamos allí mismo a comerlo. Para mí, ese fue el mejor momento de todo el viaje.
Antes de ir al London Bridge, paseamos por las callejuelas donde tiempo atrás Jack el Destripador hizo de las suyas con las pobres prostitutas, vimos un barco pirata del siglo XVIII al que no hicimos fotos porque pensábamos volver al día siguiente para una visita completa y vimos la catedral de San Pablo, cuya fachada estaba en obras, y la Southwark Cathedral, que de noche daba mucho miedo.
The London Bridge
De camino al hotel, vimos la Torre de Londres y el buque de guerra más importante del desembarco de Normandia, pero al ser de noche, no tengo buenas fotos.
En definitiva, el Viernes dio para bastante. Y no llovió, aunque hacía muchísimo frío por toda la zona del río. Nos acostamos hechos polvo, y sobre las 11 ya estábamos dormidos. Definitivamente, nos hicimos bastante al ritmo inglés!
Mañana más.
4 comentarios:
qué guapos!!! y qué divertido leer esto, parece el típico capítele de los fraggel en el que hay postal del mundo exterior :D
queremos más!!!
Te sigo los pasos...
Creo que a Diana le va a gustar esa referencia a los fraggel :)
Por cierto, no me había dado cuenta, pero creo que esta es la primera vez que se publica mi careto en la red...con lo que había evitado yo eso...
jeje es de coña, pero es cierto, poner fotillos en estos mundos es algo terrible pero cuando ves alguna foto mooooola!!
:) Me alegro de que te mole. Manuel, a aguantarse!
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